terça-feira, 11 de março de 2014

ENTREVISTA A VERÓNICA FERNÁNDEZ, GUIONISTA DE “ISMAEL”

Cartel_Ismael
por Ángela Armero
Verónica Fernández es una de las guionistas más brillantes y prolíficas de España. Ha escrito y coordinado varias series, entre ellas “El Comisario”, “Cuéntame”, “El Síndrome de Ulises”, “Hospital Central” y en la serie de próximo estreno de Telecinco, “El Príncipe”. Ganadora de un Goya por la escritura de “El Bola”, también ha publicado novelas y obras de teatro; este año ha estrenado “Serena Apocalipsis” en el Centro Dramático Nacional. Además, Verónica imparte clases en la ECAM y en el Máster de Guión de la Universidad Carlos III.
Hoy hablamos con ella de “Ismael”, la última película que ha escrito y su primera colaboración con el director Marcelo Piñeyro.
¿De qué habla Ismael? ¿Cuáles son sus temas?
Ismael habla de los vínculos familiares, de la incomunicación, de quedarse atrapado en algún lugar del pasado, de poder darnos una segunda oportunidad cuando el miedo nos ha hecho equivocarnos. Habla de que podemos ser más felices si lo intentamos.
¿Cómo ha sido el proceso de trabajar con Marcelo Piñeyro?
Marcelo Piñeyro llevaba un año trabajando con Marcelo Figueras en este guión cuando entré yo. Paco Ramos me propuso “españolizar” los diálogos argentinos. Así que mi primer contacto con el guión fue puramente técnico. Conocí a Marcelo, hablamos de la historia y comenzamos a trabajar. Hemos estado los dos un año y medio haciendo versiones de guión, profundizando en la historia, dándole ese tono de “casi comedia” que destila, ayudando a los personajes a que buscaran su lugar. Como ya he dicho, entré de puntillas, pero la historia me ganó y el proceso con Marcelo ha sido, sin duda, mi mejor experiencia profesional. A veces los guionistas tenemos como fin ayudar a los directores a contar sus historias. Les prestamos nuestra voz y nuestros conocimientos de narrativa. Yo siento que Marcelo y yo encontramos un lugar donde unir nuestras voces, la historia que él quería contar es la historia que yo quería contar.
Es una película que habla de forma muy profunda y visceral sobre las emociones. ¿Has puesto mucho de ti para escribirla?
Creo que ya he explicado cómo entré en el guión, si quieres decirlo así, mi entrada fue “intelectual”. Creo que soy una guionista concienzuda, no desprecio la técnica, me gusta estructurar, soy bastante ordenada cuando construyo los edificios. Un buen amigo nuestro me dijo una vez el “piropo” más hermoso que he tenido nunca como guionista: “Haces edificios, que puede que no sean perfectos, a lo mejor una ventana es más grande que otra, pero cuando los miras tienes la sensación de que en cualquier momento va a abrir alguien esa ventana gritando. Lo que tú escribes está lleno de vida”. Mi amigo me quiere mucho así que no es verdad lo que dice, lo que sí es verdad es que eso me gustaría ser. Una guionista que llenara de vida las historias, de emoción en definitiva. No sé escribir sin entregarme. No sé escribir si no me enamoro de la historia. Incluso cuando he trabajado en historias que a priori no me interesaban desde lo personal, he acabado sumergida en ellas con entusiasmo. Creo que si escribiera prospectos de medicinas, también me acabaría gustando y encontraría una manera de dejar mi huella.
¿De qué forma Ismael es un reflejo de la realidad?
En la medida en la que a los personajes les pasan cosas reales. Tener una mala relación con tu madre, haber perdido al amor que te marcó en tu juventud y no superarlo, refugiarse en un lugar para no asumir tu fracaso como profesional o tener la ilusión de conocer a tu padre biológico, no creo que sean problemas ajenos a nadie. He visto a gente muy distinta emocionarse con la película en diferentes momentos. A algunos les toca particularmente la relación de Nora con su hijo, una relación marcada por no saber comunicarse, por no haber sabido demostrar sus afectos. A otros les parte el alma ver a un hombre que ha adoptado a un niño, que lo ha críado y que ve que lo puede perder todo en una noche.
Has hecho prácticamente de todo lo que puede hacer un escritor: novelas, teatro, cine, televisión… ¿Con qué formato te quedas?
Con todos. ¿Por qué tengo que elegir? Cada uno me da una cosa. Soy escritora básicamente y exploro todas las vías que encuentro para seguir aprendiendo, para seguir contando historias.
¿Cómo es tu película ideal?
La película ideal es esa de la que te puedas sentir orgulloso. Y yo lo estoy de Ismael. Es un orgullo que no pasa porque tenga éxito, gane premios o tenga excelentes críticas. Pasa por otro lado, por un lado más íntimo. Cuando yo todavía no estudiaba cine, admiraba las películas de Marcelo Piñeyro. Haber podido trabajar con él es un sueño cumplido. Yo quería hacer una película que yo hubiera podido admirar si otros la hubieran hecho.
Como espectadora, ¿qué películas te gustan más?
Las buenas. Jajajaja. Soy muy mala espectadora. Cada vez tengo menos paciencia. Eso sí, cuando una película me llega, me convierto en su fan numero uno. Te diré las que no me gustan: las que me dejan igual, las que no me sorprenden, las que podría no haber visto.
¿Sientes que en la coyuntura actual la cultura está en peligro?
La cultura siempre buscará formas de expresarse. Lo que está en peligro es el lugar que se le debe dar a la cultura. Se está poniendo en tela de juicio que apoyar la cultura sea imprescindible para que un país puede ser realmente democrático. ¿Qué es un país, si no es su cultura?



link:

 http://bloguionistas.wordpress.com/2013/12/20/entrevista-a-veronica-fernandez-guionista-de-ismael/

Es un momento complicado para los aspirantes a guionista. ¿Qué les dices a tus alumnos ante este panorama de incertidumbre?
Que escriban, que escriban mucho, que les necesitamos, que no será fácil, que nunca ha sido fácil… Les digo que se atrevan a escribir de todo, que sean vérsatiles porque tendrán más oportunidades.
¿Crees que es más difícil mantener una carrera de éxito como la tuya siendo mujer? ¿Es la conciliación, para las mujeres guionistas, un reto, igual que para las demás?
Creo que no he tenido ninguna dificultad añadida por ser mujer en este oficio, tampoco creo que ninguna ventaja. Tengo tres hijos que hemos cuidado mi marido y yo como mejor hemos podido. Nunca he sentido discriminación alguna por mis compañeros y he sentido que muchos hombres guionistas tenían los mismos problemas que yo para conciliar su vida familiar con el trabajo.
¿Cómo consigues mantener la motivación y la ilusión para escribir de forma sostenida?
No lo sé. Es algo que no controlo. Adoro escribir desde que tenía tres años. No entiendo la vida sin contar historias. Cada nueva película, cada nueva serie, cada nueva obra de teatro son nuevos retos. Cada cosa que ha escrito me ha hecho aprender algo más de la vida. Escribir es mi manera de vivir (no la única, pero quizás la más importante).
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